viernes, 18 de febrero de 2011

Capítulo 5

 Estaba asustada. Levanté ligeramente la cabeza y vi a Andrea de pie, mirándome.
 -¿Qué ha pasado?
 Ella me sonrió burlonamente. Se levantó la manga de la camisa negra y dejó al descubierto el tatuaje de dos serpientes entrelazadas.
 -No deberías utilizar los fuegos fatuos con alguien a quien no conoces bien.- me dijo
 Me quedé mirándola de hito en hito. ¿Qué qué? Estaba asustada. Vale, estaba muerta, ¿qué me podía pasar?
 -Ay, Nora, Nora, Nora. ¿Cómo es que te metiste en un coche conmigo? ¿Si sólo me conoces desde hace 2 meses?
 Eso me chocó todavía más. Nos conocíamos desde la infancia, ¿no?
 -¿Qué dices? Somos amigas desde siempre- salté
 -Eso te hice creer. Caíste rápido. fue fácil modificar tus recuerdos. Y ahora estamos aquí. Menos mal que todo ha salido bien. ¿Qué te parece si te cuent toda la historia?
 Asentí con la cabeza.
 -A ver, yo a ti te conocí desde... Desde hace 1.000 años o algo así. Sí, no me mires así. Y ni me interrumpas. Bueno, el caso es que esta es tu 13ª encarnación. Siempre has ido muriendo y viviendo de nuevo. El caso es que ahora ya no pudes volver a reencarnarte. Has caído.
 -¿Eing?- yo estaba flipando, literalmente.
 -Lo que oyes. Fuiste enviada por los ángeles para que consiguieses pararnos a todos los ángeles caídos. Y ahora nosotros hemos ganado. Te dieron trece oportunidades, y en todas vencimos. En todas.
 -¡¡¡ESTÁS LOCA!!!
 -No, es sólo que no quieres creértelo.
 -¿Dónde estamos?
 -Llevas inconsciente 2 días, acabas de despertar, estamos en Noruega, lo suficientemente lejos como para que nadie te pueda rescatar.
 -¿Pero no estaba muerta?
 -¿Muerta?-soltó una risotada que hizo que se me pusieran los pelos de punta- Estabas drogada, cariño. No te preocupes, te enseñaré a ser un ángel caído, un demonio, una expulsada.
 -¡LOCA!
 -Lo que tú digas- se dirigió hacia una puerta- Dulces sueños.
 Entonces, todo se volvió negro

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Capítulo 4

 Un día le comenté a Andrea si podíamos utilizar los fuegos fatuos para buscar a nuestras familias. Estábamos mirando el "fotomatón" pensando si sería una buena idea. Decidimos meternos y probar a suerte. Dimos a un botón y todo se tornó oscuro. Fuimos engullidos por una oscuridad total. De repente noté calor por primera vez. Estaba ardiendo. Pero, ¿no estaba muerta? ¿Cómo iba a seguir siendo inflamable? Sin embargo no sentía dolor. Es más, era reconfortante. Y me si cuenta de que estaba en el jardín de mi casa. Estaba sobre el césped que había en el camino de entrada. Me moví poco a poco. Atravesé la puerta y subí las escaleras. Estaba flotando, literalmente. Entré en el dormitorio de mis padres. Estaba eufórica. Pero la alegría se evaporó cuando vi que mi madre tenía unas grandes ojeras debajo de los ojos y estaba escuálida. Mi padre no estaba. Vi el bolso de mi madre alejado. Notaba que las llamas se iban apagando poco a poco. Quizá tenía tiempo límite. Cogí un papel y al leerlo se me hizo un nudo en el estómago. Mis padres se habían divorciado. El día después de mi muerte. Mi madre se despertó. Me miró y comenzó a gritar. En ese momentó me volví a sumergir en la oscuridad. Desperté en un suelo extraño. Y estaba completamente atada. Atrapada como un ratón.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Capítulo 3

El otro día estábamos Andrea y yo paseando por la plaza de Mortilandia cuando nos topamos con un hombre que hacía como si estuviese en un coche. Nos quedamos mirándolo. ¿Acaso cuando los locos morían seguían locos? Una anciana se nos acercó:
 -No os preocupéis. Es James Dean. Se traumatizó con su muerte y ahora está así- nos explicó.
 -¿Te conozco?-pregunté. Me resultaba la mar de familiar.
 -Me llamo Rose-se me encendió una bombillita interior.
 -¿La de...?-preguntó Andrea sorprendida.
 -...El Titanic-terminó Rose-La misma
 Nos quedamos con la boca abierta. Ni Andrea ni yo éramos fans de la película, pero yo la tragaba más que Andrea.
 Seguimos caminando. Nos encontramos con millones de famosos muertos. De repente vimos un fotomatón. ¿Era posible? Claro que no. Poníafuegos fatuos. Sería para ir a la superficie y asustar a la gente. Claro, ¿cómo iba a ser un fotomatón humano?
 La gente nos mira con compasión cuando paseamos por la zona e vistas al exterior para buscar a nuestros padres que deberían estar en España. Pero no encontramos nada.
 Imagino que si salimos a la superficie...
 ¡El fotomatón! Si subimos como fuegos fatuos podemos decirles a nuestros padres que estamos vivas, que no se tienen que preocupar. Pero se irían al psiquiátrico o pensarían que estaban soñando. Si hubiese alguna forma...
 Maldito Freddy Krueger, ese tío estaba muerto y se metía en los sueños. Si lo pillo, le hago un interrogactorio policial, lo juro...
 Esperemos que mañana haya suerte y encontremos a nuetros padres...

Capítulo 2

 Bueno. Esa es mi absurda muerte. Como ya he dicho me llamo Nora. Tengo 17 años- Vivía en Nueva York con una amiga mía. Andrea era mi mejor y única amiga. Ella era rara. Siempre vestía de negro y la insultaban por tener una preciosa mecha azul en su pelo negro como el azabache. Yo era la chica popular. Rubia con los ojos azules buena estudiante... Todos me adoraban. Los chicos se rendían a mi alrededor.
 Pero la mala fortuna me asaltó. Todo eso ya lo he contado, así que vayamos por lo fundamental. El ahora.
 El mundo de los muertos no está tan mal como lo pintan. El problema es que nunca sale el sol, y eso siempre fue algo fundamental para mí. Pero las personas son muy amables. Siempre están ahí para ayudarte Son muy cariñosos. Lo peor es cuando ves a los niños pequeños llorando por sus padres, familias destrozadas... Y el palo fue encontar a la mismísima Andrea. Pensé que ella habría sobrevivido, pero al parecer no fue así. Nos alegramos un poco de vernos, pero no nos alegramos por encontrarnos allí. Las dos deseábamos que la otra estuviese viva. Pero es una faena...
 Este mundo es como el de La novia cadáver de Tim Burtom. ¡Hasta hay gente que se divide por la mitad!
 Vivimos en lo que llaman el Mortiso, un piso al que van los nuevos. Allí tenemos dos habitaciones con cocina, salón y todo lo fundamental. Una pena que tengamos que seguir comiendo. Nos dan un bote pequeño diariamente de formol para que no empecemoz a apestar. Es el nuevo jabón.
 Ahora sólo tenemos que acostumbrarnos a esta nueva vida. Aunque nos cueste...

viernes, 17 de diciembre de 2010

Capítulo 1

 Nora bajó las escaleras con paso acelerado. Estaba nerviosa, pues se graduaría a las doce de esa mañana. El vestido rojo le llegaba un poco por encima de la rodilla. Su pelo rubio y largo centelleaba bajo la luz del sol que entraba por las ventanas. Estaba deslumbrante. Salió de su casa y se metió en el coche. Los tacones de diez milímetros la estaban matando. Andrea ya estaba dentro del coche.
 Iba guapísima, como siempre. Nora la envidiaba por la facilidad que tenía Andrea de que todo le quedase bien. Con ese pelo corto negro con una mecha azul, parecía una estrella del rock. Una camiseta negra y una falda con volantes por encima de la rodilla también negra y unas Converse negras.
 -Hola- la saludó.
 -Ho... Hola...
 -¡Estás nerviosa!-gritó Andrea.
 -No, es sólo que me pone de los nervios saber que ya no nos vamos a ver más...
 -Oye, tú te podías haber ido conmigo a Harvard. Pero si tú te quieres quedar aquí...
 Nora hizo una mueca, desde luego Andrea siempre le restregaría por la cara no haber aceptado la beca en Harvard. Fue un error, pero ella no quería irse de Santander.
 El coche arrancó silenciosamente. Nora intentaba no morderse las uñas recién pintadas de rosa. De repente, notó que el coche se bamboleaba. Se había quedado dormida. El coche pasaba por un puente situado cerca de dónde se graduarían. Nora no sabía que era lo que pasaba. Entonces se dio cuenta de que el coche iba en zig zag. La madre de Nora dio un brusco frenazo y Nora salió despedida hacia delante, atravesando el cristal...
 Esa fue mi forma de morir. Absurda, pero real...

Bienvenidos

 Bienvenidos a este blog. Aquí escribiré una historia que se me ha ocurrido. Espero entreteneros.