domingo, 19 de diciembre de 2010

Capítulo 2

 Bueno. Esa es mi absurda muerte. Como ya he dicho me llamo Nora. Tengo 17 años- Vivía en Nueva York con una amiga mía. Andrea era mi mejor y única amiga. Ella era rara. Siempre vestía de negro y la insultaban por tener una preciosa mecha azul en su pelo negro como el azabache. Yo era la chica popular. Rubia con los ojos azules buena estudiante... Todos me adoraban. Los chicos se rendían a mi alrededor.
 Pero la mala fortuna me asaltó. Todo eso ya lo he contado, así que vayamos por lo fundamental. El ahora.
 El mundo de los muertos no está tan mal como lo pintan. El problema es que nunca sale el sol, y eso siempre fue algo fundamental para mí. Pero las personas son muy amables. Siempre están ahí para ayudarte Son muy cariñosos. Lo peor es cuando ves a los niños pequeños llorando por sus padres, familias destrozadas... Y el palo fue encontar a la mismísima Andrea. Pensé que ella habría sobrevivido, pero al parecer no fue así. Nos alegramos un poco de vernos, pero no nos alegramos por encontrarnos allí. Las dos deseábamos que la otra estuviese viva. Pero es una faena...
 Este mundo es como el de La novia cadáver de Tim Burtom. ¡Hasta hay gente que se divide por la mitad!
 Vivimos en lo que llaman el Mortiso, un piso al que van los nuevos. Allí tenemos dos habitaciones con cocina, salón y todo lo fundamental. Una pena que tengamos que seguir comiendo. Nos dan un bote pequeño diariamente de formol para que no empecemoz a apestar. Es el nuevo jabón.
 Ahora sólo tenemos que acostumbrarnos a esta nueva vida. Aunque nos cueste...

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